Un cura búlgaro está bajo investigación por un campito cultivado de cannabis que prospera detrás de su vivienda. Según dice, fue un regalo de Dios.
El padre Cyril Papudov ha sido arrestado varias veces pero la policía nunca lo atrapó cultivando, así que técnicamente no hay forma de probar que no fue Dios el que plantó la marihuana. Según el cura, la planta creció de la nada y él jamás tiró una semilla.
Ahora la policía lleva adelante una vigilancia de 24 horas. "Vigilando la marihuana podemos asegurarnos de que el sacerdote no está involucrado y poner fin a las sospechas acerca del propósito de esa plantación de una vez por todas", explicó un vocero de la policía de Petrich.
Si tienen alguna duda sobre el propósito de esa plantación le pueden preguntar a San Chaluto, que concede tus deseos si le prendés una vela.
Publicadas por Victor a la/s 9:47 a.m.
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