VAN A MISA A LOS PIQUES
Lo importante no es que cuántas patas tengan si no que vayan a la iglesia. Después de todo, las abejas también tienen alma. | |
Slobodan Jeftic, de 58 años, podría ser definido como un apicultor religioso. La localidad de Stari Kostolac en Serbia observa azorada cómo el hombre le construyó templos a las abejas. Jeftic encontró la forma de combinar sus dos pasiones -la religión y las abejas- construyendo colmenas con forma de iglesias ortodoxas y monasterios. Según explicó, "de esta forma estoy cuidando bien a mis abejas porque tienen un lugar para vivir y producir la miel y a la vez cuido sus almas". Según la opinión de este apicultor "las abejas también tienen alma" y por ese motivo pueden aprovechar una construcción idéntica -aunque en escala- de los típicos recintos serbios reservados para la meditación y el contacto con Dios. |
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