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Un superpegamento inspirado en mejillones y salamanquesas.
Desarrollan un superpegamente, reutilizable y que incluso funciona bajo el agua, inspirado en la adherencia de las patas de las salamanquesas y en el sistema de los mejillones para anclarse a las rocas.

Ambos animales emplean un sistema distinto. Las salamanquesas, que pueden andar incluso por el techo, tienen unas estructuras nanométricas en la palma de sus manos que les proporciona fuerza de adhesión. Tiene la ventaja de poder usar su adhesivo un número indefinido de veces, pero no funciona en superficies mojadas.

El mejillón por el contrario puede anclarse bajo el agua a las rocas con muchísima fuerza, pero una vez lo hace se queda ahí para siempre.

La patas de las salamanquesas están cubiertas por miles de pelillos con forma de seta. Cada seta se ramifica en cientos de fibras de tamaño nanométrico llamadas espátulas que se adhieren a las superficies gracias a las fuerzas de Van der Waals. Estas fuerzas son muy débiles, pero como hay miles de estas estructuras la suma de todas las fuerzas proporciona mucha adhesión.

Varios grupos de investigadores han tratado de reproducir este sistema para utilizarlo en aplicaciones prácticas, pero estos productos necesitan aplicarse sobre superficies secas para que funcionen, ya que las moléculas de agua entre las fibras y la superficie disminuyen las fuerzas de Van der Waals.

Phillip Messersmith y sus colaboradores de Northwestern University (Illinois, EEUU) estudiaron el sistema de adhesión del mejillón. Éste está basado en una proteína que este molusco segrega. Decidieron combinar ambos conceptos en uno solo. De este modo crearon con un polímero una superficie con nanoestructuras en forma de pilares (y que imitaba las patas de los geckos) y las sumergieron en una disolución que contenía otros polímeros que imitaban a las proteínas del mejillón. El resultado es un adhesivo de quita y pon que funciona incluso bajo el agua.


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